viernes, 7 de junio de 2013

Mitssy Gpe. Rivera Romo


Sociología: (del latín socius, socio, y del griego «λóγος» logos) es la ciencia que estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de los seres humanos dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran.
Psicología: («psico», del griego ψυχή, alma o actividad mental, y «logia», -λογία, tratado, estudio) es la disciplina que estudia los procesos psíquicos, procesos mentales de los individuos, así como los procesos sociocognitivos que se producen en el entorno social, lo cual involucra la cultura. El campo de los procesos mentales incluye las estructuras de razonamiento y racionalidad cultural.

La Sexología es una disciplina científica y humanística que estudia los problemas relativos al sexo y la sexualidad en sus dimensiones bio-psico-sociales y culturales, en sus aspectos normales, disfuncionales y patológicos, con los aportes de diversas disciplinas reunidas en un campo integrador multi e interdisciplinario.
Aún resulta desconocido para la mayoría de los profesionales de la salud y la educación en qué consiste la problemática general de la Sexología. Los temas de estudio, (algunos de los cuales se detallan en el Programa adjunto) nos muestran la especificidad de la disciplina y la poca difusión de estos contenidos en nuestra formación universitaria.
Este curso no pretende formar en la especialidad, sino introducir a los profesionales en la temática y la problemática de esta disciplina.
Los investigadores de la Sexología fueron completando el espectro multidimensional de la sexualidad -en sus vertientes biológica, psicológica y social-, inicialmente abierto por el Psicoanálisis. El conocimiento de esta disciplina evita caer en reduccionismos científicos y permite cumplir eficazmente con el propósito fundamental de ayudar a los otros, asumiendo la obligación de no enfermar.
Un correcto diagnóstico, una eficiente indicación terapéutica y un pronóstico certero sólo podrán realizarse cuando el profesional tenga a su alcance los mayores elementos de juicio.
Los profesionales de la salud, como todo trabajador social, son educadores. Conscientemente o no, voluntariamente o no, transmiten su ideología profesional y de vida. Es importante la posibilidad de reflexionar sobre ella y de nutrirla con nuevos aportes, que luego serán vehiculizados en su trabajo cotidiano.
Dice la O.M.S.: "Para comprender mejor los problemas de la sexualidad humana, es necesario que los profesionales de la salud adquieran actitudes sanas respecto de la sexualidad, el matrimonio y la anticoncepción. El conocimiento de su propia sexualidad y el enfoque racional de sus propios problemas sexuales, le ayudará a ocuparse con mayor eficacia de los problemas sexuales de otras personas. Es necesario un cambio de actitudes en lo que respecta a la aceptación de la sexualidad como un componente positivo de la salud, tanto para uno mismo como para los demás...Las actitudes negativas, las afirmaciones ligeras y los métodos inapropiados en relación con las cuestiones sexuales, pueden dañar gravemente la apreciación que el enfermo haga de su propia vida sexual".
Objetivos específicos:
·         Introducir a la temática de la Sexología.
·         Aportar información científica y humanística.
·         Dirigir la mirada a otras opciones teóricas y terapéuticas.
·         Desmitificar y estimular la actitud crítica.
·         Reelaborar el Sistema personal de Valores Sexuales.
·         La actitud social ante la sexualidad tiene una mayor importancia de que cabría imaginar. Vivimos en una sociedad donde cualquiera se siente con el derecho de opinar, sentenciar e enjuiciar lo que es “normal” y “adecuado” ante cualquier tema y la sexualidad a pesar de su carácter íntimo, no es una excepción.
·         De esta manera se genera un idea colectiva de lo que es, y no, normal en el sexo, lo que hace que aquellos que no están dentro de ese “habitual” experimenten sentimientos encontrados. Por un lado, el deseo que existe en cada ser humano al margen de sus particularidades físicas; por otro, la censura que muchas veces se convierte en auto-censura ante la sexualidad porque sientes que es algo reservado para otros, para cuerpos jóvenes, bellos y saludables.
·         Sin pretender desviar toda la responsabilidad de una vivencia plena de la sexualidad a los demás, el propio afectado tiene que poner de su parte para que esto suceda; conviene reflexionar sobre la población general. Para empezar, rompamos un mito, no es cierto que alguien sin discapacidad no pueda enamorarse o únicamente sentirse atraído/a por una persona que si vive con una discapacidad. Esta realidad existe, incluso es más común de lo que podría creerse; no son pocas las personas que desafían el “qué dirán” y se guían por sus sentimientos y deseos sin importarles la discapacidad del otro o la otra. Sin embargo, la realidad es que hay muchas otras personas que se avergüenzan por desear a alguien con discapacidad e incluso hay quien cree que es un problema sexual lo que causa ese interés.
·         Y ¿qué papel juegan las familias y/o educadores? Siempre con la mejor de las intenciones eso sí, encontramos cómo los esfuerzos se centran en la recuperación de la persona para normalizar su vida en todas las esferas. ¿En todas? La sexualidad acaba normalmente por dejarse de lado, por no tenerse en cuenta, muchas veces por el miedo a poder estar abriendo una caja de Pandora que libere intereses y deseos que se piensan dormidos, incluso aparece el temer que surjan preguntas incómodas para las que no se tienen respuestas.
·         Como decíamos al principio, conviene reflexionar sobre esto.
·         Los derechos sexuales son derechos humanos fundamentales y universales.
·         De estos extraemos que cada persona, al margen de tener alguna discapacidad, tiene derecho al libre acceso a la información necesaria sobre la sexualidad, y lo que es más importante, cada persona tiene derecho a la expresión de su sexualidad.
·         Declaración del XIII Congreso Mundial de Sexología, 1997, Valencia, España. Revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS) el 26 de agosto de 1999 en el XV Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong, República Popular China.


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