Capitulo 10
Pensando sociológicamente
La comprensión está en el
núcleo de la vida social. Siguiendo al filósofo Charles Taylor, podemos hablar
de comprensión en dos sentidos. En
primer lugar, hay una comprensión de las cosas dada por su lugar en un orden
significativo. Lo que puede parecer inexplicable e incluso amenazador puede
entenderse en términos de sus relaciones con aquellos aspectos de nuestras
vidas que no son más que familiares. Por esta razón buscar explicarlos puede
volverse un desafío. Estos modos de ver se relacionan con un segundo sentido
del término comprensión que inspira nuestro conocimiento del entorno y nos
permite seguir adelante y operar en él. Este es el conocimiento tácito al que
recurrimos en nuestras acciones y sin el cual no podríamos llevar a cabo ni
orientar nuestras vidas.
El rol de la sociología como
modo disciplinario de pensar es moldear este proceso. En ese sentido, ofrece
algo que es fundamental para la vida social en general, es decir, una
interpretación de experiencias a través de los procesos de comprensión y
explicación. Podemos caracterizar la sociología como un análisis de la vida
social. La sociología es un ojo disciplinado que a la vez examina “como”
seguimos adelante con nuestras vidas cotidianas y ubica esos detalles en un
“mapa” que se extiende más allá de nuestras experiencias inmediatas. Entonces
podemos ver cómo los territorios que habitamos encajan en y se relacionan con un mundo que podemos
no tener oportunidad de explorar nosotros mismos pero que, de todas formas,
puede modelar y estructurar nuestras vidas. La sociología puede encontrar
entonces que sus servicios terminan enrolados en los esfuerzos para crear orden
y evitar el caos de las situaciones sociales
Emile Durkheim buscaba nada
menos que una base para la sociología, en el seno de un conjunto unido de
disciplinas sociales que buscaba proporcionar una base racional, sistemática y
empírica para la religión civil de la sociedad. En el proceso, perseguía un
modelo de ciencia que se caracterizaba en primer lugar y sobre todo por su
capacidad para tratar el objeto de estudio como estrictamente separado del
sujeto que lo estudiaba. El sujeto fija su mirada entonces en un objeto que esta “allá afuera”
que puede ser observado y descrito con un lenguaje neutral e imparcial. La
sociología de acuerdo a este modelo, es como un explorador marino, buscando
descubrir un terreno sobre el cual nadie haya reclamado aun soberanía. Durkheim
lo encontró en los hechos sociales. Podemos decir, por lo tanto, que los
fenómenos sociales, aunque obviamente no existirían sin los seres humanos, no
residen dentro de los seres humanos como individuos sino fuera de ellos. Junto
con la naturaleza y sus leyes inolvidables constituyen una parte vital del
entorno objetivo de cualquier ser humano. Durkheim coincidía en esto los hechos
sociales difieren de los hechos naturales.
Una estrategia muy diferente
es perseguir un estatus científico, pero sin replicar practicas existentes.
Podemos denominar a esto reflexión y modificación. Asociada principalmente con
la obra de Max Weber, rechaza la idea de que la sociología debería de imitar
desinteresadamente la práctica de las ciencias físicas. Se propone, en cambio,
que la práctica sociológica, sin perder la precisión que se espera del
conocimiento científico, debería ser tan diferente de las ciencias naturales
como la realidad humana investigada por la sociología lo es del mundo estudiado
por las ciencias de la naturaleza. Es esta realidad la que debería guiar a la sociología que, como disciplina, debería ser sensible a los cambios
que tienen lugar dentro de las sociedades como un todo. Que las acciones
humanas son significativas es el fundamento de la hermenéutica. Se trata de la
teoría y práctica una recuperación del significado que esta embutido en los
textos literarios, las pinturas o cualquier otro producto de un espíritu humano
creativo.
La sociología produce un
sentido de comprensión que podemos llamar interpretativo-relacional. No se
contenta con ver las cosas aisladas porque no es así como se ve la vida social.
Debido a esto, no se adecua a las demandas de clausurar lo que no está, ni
podría estar, sellado herméticamente a
la influencia de afuera, la sociología es un extenso análisis de las
experiencias que surgen de las relaciones sociales y es una interpretación de
esas experiencias en relación con otras y con las condiciones sociales en que
la gente se encuentra. Esto no quiere decir que posea un monopolio de sabiduría
con respeto a esas experiencias, aun cuando indudablemente las enriquece
ayudándonos a comprendernos mejor a través de otros y junto con otros.
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