En
esta lectura de “La ropa sucia” apreciamos que en las relaciones, de parejas la
esencia se encuentra oculta y pertenece a cada uno de los interesados.
Cada
uno con un ámbito diferente o costumbres diferentes tal vez, habla sobre las
tareas domésticas y quien tiene q cumplirlas, ya que cuenta mucho de donde
provenga cada uno y que costumbres venga cargando ya que son dos personalidades
diferentes.
Se
hizo una serie de entrevistas a varias parejas sobre quien debería de cumplir
dichas labores, algunas de las entrevistadas decían que deberían ser
igualitarias, otras lo hacían como un
intercambio, “tú haces lo que a mí no me gusta y yo lo que a ti no te
gusta”. Hubo muchas confrontaciones y no se llegó a un acuerdo.
Tomando
en cuenta que varias parejas, lo hacen como entrega personal, haciendo la mayoría
o totalmente dichas labores, con la ilusión de que algún día se les devuelva de
igual manera o recibir más aprecio por los actos hechos. Otros manifestaron tal
entrega por amor o enamoramiento, estamos tan ciegos que queremos complacer al
otro que no ha hecho a cuestas todas las labores domésticas cuando, va acabando
la nube donde andábamos y empiezan los problemas y falta de comunicación y
malos entendidos, todo esto rompe el balance, por así decirlo que existía entre
la pareja, por lo tanto no es duradero.
Permitiendo
así dar paso al cálculo “cuanto haces, cuanto das” para hacerlo yo también.
Cuando
no se da la reciprocidad entonces una de las partes empieza a justificarse,
diciendo “es para no pelear, no vale la pena pelear por esto”, y se va dando
poco a poco, y en realidad no es así. Siempre hay algo detrás de una razón, y
de tal manera también caen en la “disponibilidad” de esta manera dentro de la
complejidad de los cónyuges se puede prestar para le venganza, manipulación para
mantener el poder de culpar al otro.
Finalmente
nos hace reflexión del tiempo invertido en dichas labores sin valuar esta situación.
El arte conyugal debe dosificarse y tratar de encontrar la fórmula correcta de
la entrega, en resumen cada persona hace las labores, por diferentes factores,
ya sea una obligación o tarea impuesta, por costumbre, por amor, o porque así
lo tiene inculcado.
Conclusiones:
*La
convivencia en p oreja al principio de vivir juntos tiene muchas dificultades
ya que cada individuo tiene costumbres diferentes que le fueron inculcadas en
casa y al momento de formar ellos un ámbito de dos, esto se vuelve muy difícil ya
que cada uno quiere imponer sus propias costumbres.
*Para
las relaciones de pareja de recién casados cada uno tiene diferentes culturas
tanto la forma de vestir y la ropa blanca o una concepción de limpieza y el
orden sedimentado.
Cada
uno de las diferentes parejas tiene sus costumbres, por ejemplo: lo más común para
los hombres es que las mujeres deben tener la ropa limpia para los hombres. Algunos
otros su cultura es que cada quien lave su ropa teniendo en parte intimidad con
sus ropas y prendas.
*La
relación en las parejas a simple vista se aparentan estar bien pero ya cuando
se mete a un término más profundo sobre los deberes el hogar se ocasiona un
tremendo conflicto como es el tema de la ropa sucia ya que nos presenta la
lectura situaciones diferentes con cada cónyuge en donde en algunos casos se
presenta que cada apersona tiene costumbres y maneras de pensar diferentes y en
el momento de estar con la pareja se quiere hacer lo que cada quien trae de sus
cosas y es en donde comienza la pelea.
No
he estado en esta situación pero vivo en el entorno de un matrimonio el cual se
enfocan mucho en este capítulo donde quieren aparentar que todo es perfecto
pero al estar conviviendo con ellos trata que todo es disparejo hay machismo al realizar
la labor del hogar o en lo laboral todo esto es
un caos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario